En las últimas clases hemos estado repasando
cómo crear una memoria de traducción desde el principio. Es importante aprender
a manejar las herramientas que nos ofrecen porque todas las memorias de
traducción comparten las mismas funciones básicas, por lo tanto, aunque en
clase usemos el programa Déjà Vu, podremos aplicar todos los conocimientos
aprendidos en cualquier memoria. En esta entrada resumiré esas funciones
básicas.
Algo que encuentro muy interesante
es que, como paso intermedio en la traducción, las memorias de traducción trabajan
con .tmx, lo que te permite trabajar
sin el formato del texto original, por lo tanto, nos evita a los traductores
tener que aprender a manejar diferentes programas. Las herramientas de
traducción ofrecen diferentes filtros que analizan el formato del documento, lo
eliminan y analizan la información adicional que es independiente del contenido
textual. Al final, se vuelven a usar todos estos filtros para originar un documento
final que será equivalente en formato al documento original, manteniendo la
estructura, etc.
En el menú de Herramientas, encontramos
otras funciones que nos permiten ahorrar tiempo, como el cálculo de número de palabras del texto con el que trabajamos, que compara
las coincidencias con otros documentos que se encuentren en la MT. De esta
forma, el programa señala si hay algo traducido, si encuentra extractos exactos
o lo que se ha traducido de forma manual. Otra función del menú de Herramientas
es el análisis, que nos da la
posibilidad de cotejar la información nueva y compararla con una o varias MT
para ver qué información se puede aprovechar. Toda esta valoración estadística
permite el cálculo de segmentos y de repeticiones tanto internas (dentro del
documento) como en relación con la MT. Hay que saber que este tipo de
información es la que maneja un gestor de proyectos y si no se la diera el
programa, tendría que generarla él.
Análisis |
Los
delimitadores nos muestran las
reglas de segmentación de la MT. Por regla general, todas las MT segmentan en
los signos de puntuación. A veces, interesa cambiar estas normas, por ejemplo,
si tenemos un texto con muchas abreviaturas.
En el menú Herramientas-Opciones-Entorno
podemos activar diversas funciones según como queramos que funcione la MT en
cada segmento. Si activamos la función de autopropagar,
en cuanto la MT lea un segmento por el que ya ha pasado, insertará su
traducción, y con autoenvío a la memoria,
todo lo que vayamos traduciendo se guardará en la memoria directamente, pero
para que funcione, al acabar de traducir cada segmento hay que darle a Control
+ flecha abajo.
Una vez hemos hecho el recuento de
palabras, el análisis y hemos ajustado los la opciones como nos convienen,
empezamos a traducir y para este proceso encontramos diversas funciones en el
menú de Traducción. Lo que hace la opción de pretraducir es ensamblar usando porciones, es decir, el sistema
consulta la MT y la terminología, y si encuentra partes del segmento traducidos,
crea una posible traducción a partir de esos trocitos. Por otro lado, la pseudotraducción nos ayuda cuando
trabajamos con lenguas que no tienen caracteres latinos, como el griego, el
ruso o el japonés. Con esta función se hace una prueba para comprobar que el
cambio de caracteres se realiza correctamente.
Por último, otra habilidad con la
que cuentan las MT es la de añadir terminología.
Esto se hace seleccionando el término que nos interesa tanto en el segmento
original como en su traducción y cliqueando, a continuación, el «vasito» azul. De
esta forma, se va almacenando cada
término con su contexto y gracias a ello, conseguiremos realizar
traducciones más coherentes y de mayor calidad.
Terminología |
Además, Déjà Vu tiene lo que se
conoce como Lexicón, que es un
glosario para generar terminología válida para un proyecto determinado. El
gestor de proyectos suele preparar el Lexicón para que todos los traductores lo
tengan antes de comenzar a trabajar y se unifique toda la terminología.
Como podemos comprobar, las
memorias de traducción nos ofrecen muchas funciones diferentes. Siempre hemos
dicho que su utilidad dependerá de las traducciones que tenga almacenadas, pero
esto no es del todo cierto ya que, aunque no tengamos muchos trabajos guardados
en la memoria, el programa nos ayuda a ordenar
y sistematizar nuestro sistema de trabajo. Gracias a las memorias de
traducción, tenemos todo lo necesario para traducir unificado en un mismo
entorno.
Al principio no le veía tanta
utilidad a las memorias de traducción, pero al ir controlando sobre el tema
estoy comprobando que si se saben utilizar bien pueden ser de gran ayuda. Hemos
hecho un par de prácticas en clase para ir aprendiendo a desenvolvernos con
Déjà Vu y es cierto que ahorran mucho tiempo, porque siempre que encuentran un
segmento o incluso una sola palabra que ya tienen traducida, la proponen. Creo
que lo más difícil es empezar a utilizar el programa, puesto que tienes que
dedicar cierto tiempo a preparar todos los documentos, la terminología… pero
merece la pena porque al final la memoria te ayuda a trabajar más deprisa.
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