Si por algo se caracteriza la novela de Criadas y señoras (The
Help en inglés) es por reflejar
claramente la personalidad de
sus tres protagonistas: Aibileen, Minny y Miss Skeeter. Estos tres personajes
se van alternando a la hora de narrar los diferentes capítulos de la historia,
que se desarrolla en Jackson (Misisipi), durante los años 60, es decir, en
pleno movimiento por los derechos civiles. Aibileen y Minny son dos criadas
negras que trabajan para dos familias distintas, mientras que Miss Skeeter es
una joven blanca que acaba de finalizar la carrera de Periodismo y vive con sus
padres. Para que veáis la diferencia en la
narración, he extraído un párrafo breve de
cada uno de los personajes:
Aibileen: «Miss Skeeter es muy alta
y flacucha. Tiene el pelo rubio y se lo acaba de cortar por encima del hombro
porque cuando le crece se le enmaraña un montón. Tendrá unos veintitrés años
como Miss Leefolt y las demás. Tras entrar, deja el bolso en la silla y se
arregla un poco la ropa. Lleva una blusa de encaje abotonada hasta el cuello
como las monjas, zapatos sin tacón, supongo que para no parecer más alta, y una
falda azul abierta en la cintura.»
Minny: «Su voz es alegre, como la
de los anuncios de la tele. Cada vez que la oigo, me entran ganas de arrancarle
el teléfono de la mano y decirle que deje de perder el tiempo. Además de por
sus pintas de furcia, existe una razón de peso por la cual Miss Celia no tiene
ninguna amiga, me di cuenta de ello en cuanto vi la foto de Mister Johnny.»
Miss Skeeter: «Entro en la cocina
con mis cuadernos y papeles bajo el brazo. Aibileen me sonríe desde el
fregadero, mostrándome su brillante diente de oro. Es un poco ancha de caderas,
pero su gordura resulta agradable, y bastante más bajita que yo. ¿Quién no? Su
piel marrón, oscura y brillante, contrasta con el blanco de su almidonado
uniforme.»
Desde
que salió a la venta, el libro ha estado rodeado de polémica, principalmente
por dos razones. La primera, porque la autora, Kathryn Stockett, fue denunciada
por la criada de su hermano, Ablene Cooper. Esta última afirmaba que la
escritora se había basado en su vida para escribir el libro ya que hay muchas
coincidencias entre Ablene y el personaje de Aibileen. La autora se defendió
diciendo que todos los escritores escriben sobre cosas que conocen y reconoció
haber tomado rasgos «prestados» de Ablene, pero que Aibileen no deja de ser un
personaje ficticio. La segunda polémica tiene que ver con la forma en la que se
ha caracterizado el lenguaje de los personajes negros. El estado de Misisipi se
encuentra en el sur de Estados Unidos y todos sus habitantes tienen un acento
característico. El tema es que Kathryn Stockett es blanca y en el libro sólo
los personajes negros hablan el dialecto sureño, ya que los blancos no
presentan acento alguno. Stockett volvió a defenderse afirmando que ella
escribió lo que recordaba de su infancia y, para ella, su familia habla correctamente, por eso lo plasmó así en la novela. Si
queréis enteraros de más, podéis consultar esta página.
Es
curioso porque el acento sólo se refleja en los diálogos,
ya que como habéis podido comprobar en los fragmentos que he citado, en la
narración las tres mujeres hablan «normal». El caso es que estos rasgos en el
diálogo presentan grandes problemas a la hora de traducir esta obra puesto que resulta prácticamente imposible trasladar características de un idioma o dialecto
a otro. Pero claro, si queremos traducir hay que buscar una solución.
¿Qué es lo que ha hecho el traductor? Ha utilizado marcas del nivel vulgar en español. Veamos
algunos ejemplos:
-
«Hey, Miss Skeeter. Im alright. Law, its hot out there.» --> «Güenos días,
Miss Skeeter. To bien. ¡Buf, qué caló hace ahí fuera!»
-
«Thank you, she say, and then her voice break down. And I thank you for trying
to help me.» --> «Grasias –dice con voz rota–. Y grasias por intentá
ayudarme.»
Pero no sólo tropezamos con este problema en esta obra en
concreto, sino que podemos encontrar otros casos similares, como en Lo que el viento se llevó. Si recordáis la película, los personajes blancos como
Escarlata tienen sirvientes negros y estos también tienen un acento
característico puesto que cometen errores gramaticales. En lugar de intentar
traducir estos errores, lo que se ha hecho en el doblaje es ponerles un acento caribeño. Algunos ejemplos son:
- «You is bad», traducido por «Usted es muy malo».
- «I fix your supper myself and you eats it», traducido por «Yo
misma le pondré la cena y se la tomará»
A bote pronto, se me ocurre que para mostrar una diferencia, en
casos como el primer ejemplo en el que se ha conjugado you is en lugar de you are, una solución podría haber sido traducirlo por usted ser, que queda como si el personaje fuera indio, pero
quizá podría ser otra opción. No obstante, me parece una buena solución haber
optado por el acento caribeño ya que, como he señalado antes, es muy difícil
trasladar rasgos de un idioma, dialecto o acento a otro. Por último, hay
que subrayar que, sin duda, es preferible lanzarse e intentar buscar una forma
de traducir estos rasgos que hacer como si no estuvieran y pasarlos por alto
puesto que forman parte de la obra,
ya sea una película o un libro. Además, aprenderemos mucho más y
evolucionaremos como traductores si intentamos solventar dificultades como
esta.
The Help, es una película muy buena. La vi en versión original en Estados Unidos y me encantó.
ResponderEliminarGracias por este post.
Pues si te gustó la película seguro que te gusta el libro porque, como suele ocurrir, el libro está mucho mejor. Yo vi la peli hace poco en español y me llamó la atención que los personajes negros hablaban exactamente igual que los blancos, no estaba el problema del dialecto sureño que comento aquí.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte y comentar :)
Buen artículo. Estos mismos problemas ofrece una de las, supuestamente, mejores novelas americanas, Las Aventuras de Huckleberry Finn.
ResponderEliminar¡Interesante! No lo sabía porque no me lo he leído y seguro que hay más libros que plantean estos problemas o dificultades a la hora de traducirlos.
EliminarMe parece muy mala
ResponderEliminarEsa traducción. Es mejor el ejemplo de "Lo que el viento se llevó"
Gracias por compartir tu opinión, Diego.
EliminarEs muy difícil enfrentarse a traducciones de este tipo por lo que comentaba en la entrada, es imposible trasladar características de un idioma a otro, por eso es normal que las traducciones no terminen de sonarnos bien.
Por otro lado, si se quiere traducir obras así hay que buscar una solución y el trabajo del traductor es de admirar. Seguro que se valoraron diferentes opciones antes de decantarse por esa.