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1969 : les Américains marchent sur la Lune. Mehdi, 10 ans, débarque au lycée
Lyautey de Casablanca où son instituteur, impressionné par son intelligence et
sa boulimie de lecture, lui a obtenu une bourse. Loin de son village de
l'Atlas, Mehdi pense être un membre de l'équipage d'Apollo découvrant une
planète inconnue : qui sont ces Français qui vivent dans le luxe, adorent les
choses immangeables, parlent sans pudeur et lui manifestent un tel intérêt ?
Durant
une année scolaire animée par une galerie de personnages surprenants,
l'histoire émouvante d'un enfant propulsé dans un univers aux antipodes de
celui de sa famille. »
1969: los estadounidenses caminan por
la Luna. Mehdi, de diez años, llega al liceo Lyautey de Casablanca donde su profesor,
impresionado por su inteligencia y su avidez de lectura, le ha conseguido una
beca. Lejos de su pueblo de Atlas, Mehdi se imagina que es un miembro de la
tripulación Apolo en pleno descubrimiento de un planeta desconocido: ¿quiénes
son esos franceses que viven rodeados de lujos, adoran lo incomestible, hablan
sin pudor y le manifiestan tal interés?
Durante un año escolar animado por un
repertorio de personajes sorprendentes, la emocionante historia de un niño propulsado
a un universo muy alejado del de su familia.
A
pesar de que Fouad Laroui es un
escritor famoso en Marruecos, Francia y los Países Bajos, ninguna de sus novelas están traducidas al español. Este marroquí
afincado en Ámsterdam inició su carrera literaria en 1996 y, desde entonces, ha
publicado obras tanto en francés como en neerlandés. Gracias a su primer libro,
Les dents du topographe, ganó
el premio Découverte Albert Camus, al que han seguido otros galardones. Sus
trabajos suelen reflejar en clave de humor choques
culturales entre Marruecos y Occidente, es el caso de Une année chez les français, una novela de ficción que nos sumerge
en la historia de un niño marroquí de familia humilde que consigue una beca en
un prestigioso liceo francés.
Imaginaos
que con nueve años os hubieran mandado a un
internado en un país cuyo idioma no domináis, eso es lo que le pasa al
protagonista. Mehdi es muy tímido, pero también muy inteligente y le encanta
leer. Precisamente, ha aprendido mucho francés gracias a los libros, el
problema es que no lo habla con soltura a pesar de utilizarlo en el colegio y
con sus hermanos y, cuando llega al liceo, le llueven los malentendidos con sus
compañeros, profesores y supervisores porque hay expresiones, gestos y bromas
que no entiende.
Aunque
el libro está repleto de situaciones divertidas debido a estos malentendidos,
es inevitable sentir lástima por el pequeño Mehdi y es que el autor consigue
hacernos empatizar mucho con él. No obstante, poco a poco, vamos viendo cómo Mehdi se va adaptando y sintiéndose
como pez en el agua entre esos franceses que en un principio le parecían
auténticos extraterrestres.
TRADUCCIÓN Y CITAS
Como traductora, según leía me preguntaba cómo se podrían traducir todas las referencias culturales que aparecen, así como todas las palabras de argot, frases que reflejan el acento marroquí, la lengua coloquial, etc. Creo que la traducción de este libro sería todo un reto, aunque muy enriquecedora para el traductor. Seguramente se llegaría a encontrar una solución para las referencias culturales, pero el tema de los rasgos lingüísticos sería más complicado, pues cada idioma es diferente y es imposible trasladar características de uno a otro.
He aquí algunas citas de esas
situaciones divertidas, pero cuya traducción plantearía todo un desafío:
Cita
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Dificultad
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«― Qu’est-ce
t’as à te goinfrer comme un cochon ? Tu viens du pays de la faim ?
Mehdi se
méprit sur le sens de la question.
― De la fin
de quoi ? La fin du monde ?
―
Idiot : de la faim, f-a-i-m.»
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Confusión
entre fin (fin) y faim (hambre). Habría que encontrar
dos palabras que se parezcan y que encajen en el contexto.
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«― D’abord,
on ne dit pas : j’en reveux, on dit : je veux du rab. Ou du
rabiot.
Mehdi, qui
s’était arrêté de pleurer, l’interrompit étourdiment :
― Comment ça
s’écrit?
― Ça s’écrit
pas, imbécile, ça se dit : je veux du
rab, tu veux du rab, il veut du rab (il désigna Samir Tanji du bout
de la fourchette qu’il tenait toujours à la main).
Mehdi
protesta d’une voix fluette :
― Mais… si
ça se dit, ça s’écrit! C’est obligé.»
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Aquí estamos
ante una palabra de argot (rab),
que significa «repetir» o «querer más», pero para la traducción necesitaríamos
una palabra más coloquial.
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«― Vos
gueules, bande des petits merdeux ! Je dors, moi ! J’ai besoin de
silence ! Qu’est-ce que c’est que ce bordel ? Si j’entends encore
une voix, je viens personnellement lui
casser la gueule !
Casser la gueule à une voix ? Mehdi fut choqué d’entendre une phrase aussi illogique
mais il n’osa pas protester. Il tira le drap sur sa figure et cessa de
respirer.»
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Frase hecha
que el protagonista intenta razonar.
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«― Qu’es-ce
que je te sers à boire, Mehdi ? Il y a du jus d’orange, du lait ou tout
simplement de l’eau minérale.
Elle ajoute,
moqueuse :
― Il y a aussi du Viandox dilué, c’est
bon pour la santé mais je suppose que tu n’aime pas ça ?
Viandox ? Qu’est-ce que c’est que
ça ? Mehdi n’a jamais entendu ce nom mais… bien sûr qu’il aime ça !
Pour qui le prend-on ? Pour un ignorant, un timide ? Un blédard ?»
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En España el Viandox no es tan conocido, en la traducción se podría cambiar por una salsa más
popular o dejar como Viandox y explicar qué es en una nota a pie de página.
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En definitiva, es la primera vez que leo
un libro de Fouad Laroui, aunque ya había oído hablar de él, y es una pena que no se traduzca al español.
Sería difícil porque, por la temática de sus libros, siempre suelen estar
plagados de referencias culturales y juegos de palabras, pero no sería
imposible (de hecho, este libro que estoy reseñando está traducido al neerlandés). Como de momento solo se puede
disfrutar de este autor en francés, recomiendo Une année chez les français para los que sepan el idioma porque es
una historia muy amena y divertida.
He comprado este libro hace unos meses en Casablanca (donde vivo temporalemente) y tengo ganas de leerlo. Me llamó mucho la atención ese contraste por el que el pequeño Mehdi puede llegar a ver a los franceses como extraterrestres, como tú comentas. Tras leer tu entrada me dan ganas de leerlo al fin, a ver si encuentro un rato. Un saludo
ResponderEliminarLa verdad es que es un libro muy divertido, ¡seguro que pasas un buen rato leyéndolo!
EliminarUn saludo y gracias por comentar :)